21 mayo 2010

Desde el Miedo hasta el Poder

Por ejemplo, cuando llego a un lugar que desconozco, como un lugar de trabajo o de visita en una ciudad, la primera sensación es la de una mezcla de miedo y un no saber donde me estoy metiendo o que estoy explorando. Es un terreno desconocido y pisar sobre él es una aventura. Seguramente me perderé y puedo sentir infinidad de cosas que me hagan detenerme y reflexionar desde mi soledad. Si estoy perdido puedo preguntar y dejarme llevar por lo que los demás saben, porque ellos conocen ese terreno, pero esa incertidumbre, esa cosilla en el estómago, más tarde vista, tiene su gracia. Cuando llevo horas caminando y no llego a ningún sitio puede entrarme hambre y sentirme cansado y si no encuentro lo que busco, incluso puedo desesperarme y ponerme a llorar desconsoladamente. Vaya guía tan malo que soy que no puedo ni encontrar un simple restaurante donde comer. Menuda experiencia. Al dia siguente transito por esos mismos lugares y al reconocerlos y recordar la lección, hasta me siento con el poder de aconsejar y guiar a esos turistas que están tan perdidos. Y es que sé porque ya he estado ahí y puedo con mi ejemplo mostrar el camino a los demás.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

....=)

trinidad dijo...

Por eso un buen terapeuta conoce los sitios por los que transita la persona que llega pidiendole ayuda, porque él ya ha estado allí.Muy bien descrito Carlos. Un beso.

Anónimo dijo...

No tengo palabras solo vengo para saber de nosotros y dejarte un gran beso.

Gracias compañero

Clematide dijo...

Es muy gráfica tu manera de transmitir ese tránsito por cada estructura, llega al alma...porque está escrito desde el alma, y eso para mi no tiene precio.
Gracias (¿Solo gracias?)
Un abrazo del lado del corazón