13 mayo 2010

¿A donde vas así vestido, Carlitos?

Tengo en mi armario camisas y pantalones que hace un siglo no me pongo. He descubierto incluso alguna prenda que jamás me he puesto. Otras están para tirarlas, pero se me pegan en las manos cada vez que decido deshacerme de ellas, porque elimino una parte de mi unida a ellas. Qué difícil es realizar esa acción. Y ahí siguen, ocupando un espacio precioso no sé para que. Cuando me pongo una vieja prenda, personifico aquello que fue agradable en un momento de mi vida y cuya energía sigue adherida ahí. A veces me pregunto, cuando me pongo ropa que está para tirarla y que no me pega ya, que pretendo con ello. La ropa me hace sentir de manera diferente e incluso la manera de llevarla puesta habla de mi.
Pues como el verano se va acercando, creo que voy a soltarla y dejar que corra algo de aire ahí dentro porque ese que está colgado en la percha ya no está.

2 comentarios:

Clematide dijo...

Me parece buena idea, y es buen tiempo para soltar y dejar espacio a lo nuevo...
Tomaré tu ejemplo, voy a revisar el armario.
Un besito, Carlos

trinidad dijo...

Eso es Carlos, muy bien.Deja que fluya la vida. Recoje lo bueno de las vivencias que experimentaste con esas ropas y tírala o mejor aún regálala a alguien que la necesite.
Deja que emerjan nuevos valores a tu vida...y comprate nuevo vestuario acorde con tus vivencias actuales.Este tipo de actos siempre influyen de manera positiva en nuestra vida, al universo le encantan este tipo de gestos de renovación. Besos guapo.