10 diciembre 2009

Mi trineo

Cuando vivía en Alemania tenía un trineo como este, igualito, igualito. El trineo y yo eramos uno. Lo sacaba, me paseaba, subía, bajaba, me congelaba los pies y las manos y mi madre me regañaba muy muy seria por ser tan inconsciente. ¡¡¡Tenia 8 años!!!.


Un día se decidió que debíamos "regresar" a la patria de mis padres, pero no a la mía. Tuve que dejar muchas cosas allí que no podía llevarme a mi nueva vida y entre ellos estaba mi precioso trineo, pues a donde íbamos nunca nevaba. Tanto desapego de golpe es un golpe. Durante mucho tiempo no encajaba y aún hoy, a veces tampoco.


Ahora que aprendo a vivir y saber de mi sueño, regresan esos momentos que no pudieron cerrarse definitivamente, porque no se lloraron adecuadamente. Fue como morir y volver a nacer aquí. esas cosas no se enseñan o no se saben que hay que enseñarlas y ahora lo veo. Aún me pregunto, qué fue de mi trineo, quién se subió en él, qué pensaría él.

3 comentarios:

Charo. dijo...

Tienes mucha razon en tu relato, nos enseñan a ser felices con nuestras cosas queridas pero no a abandonarlas y olvidarlas. Te comprendo muy bien..., un día yo tambien he tenido que olvidar cosas...

Anónimo dijo...

=((((

HERBORISTERIA ARTEMISA dijo...

NAMASTE HERMANO CARLOS.

YA TE HE ENCONTRADO, CAMINANDO.

QUE BLOG MAS CAMINANTE, CUAL ES TU CAMINO?

TE ENVIO EL ENLACE AL BLOG QUE HE ECO DE LA HERBORISTERIA ARTEMISA, YA SABES QUE NOS MUDAMOS EN SEPTIEMBRE Y AHORA AL SER MAS GRANDE HACEMOS ACTIVIDADES Y CURSOS.

SI TE APETECE VER EL BLOG ES:
1. http://artemisaherboristeria.blogspot.com/


BUENO HERMANO CARLOS DARLE SALUDOS A MARITERE.

UN ENORME ABRAZO DE LUZ PARA LOS DOS.

SI HA ESTAS ALTURAS TODAVIA NO SABES QUIEN SOY.


TOLI.