17 septiembre 2009

A mi mujer: Teresa


¿Quieres que me abra las venas para ver si doy contigo?

¡Pídemelo y al momento seré un clavel amarillo!

¿Quieres que vaya descalzo llamando por los postigos?

¡Dímelo y no habrá aldabón que no responda a mi brío!

¿Quieres que cuente la arena de los arroyos más finos?

Haré lo que se te antoje, lo que mande tu capricho,

que es mi corazón cometa y está en tu mano el ovillo;

que es mi sinrazón campana y tu voluntad sonido.

Nunca quise a nadie así; voy borracho de cariño,

desnudo de conveniencias y abroquelado de ritmos

como un Quijote de luna con armadura de lirios.

Te quiero de madrugada, cuando la noche y el

trigo hablan de amor a la sombra morena de los olivos;

cuando se callan los niñosy las mocitas esperan en los

balcones dormidos; te quiero siempre: mañana,tarde, noche... ¡por los siglos,de los siglos! ¡Amén! Te querré constante y sumiso,y cuando ya me haya muerto

antes que llegue tu olvido, por la savia de un ciprés

subiré delgado y lírico, hecho solamente voz para decirte en un grito:

¡Te quiero! ¡Te quiero muerto igual que te quise vivo!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿puedo entrar?....

precioso...¡bravo!

L

Clematide dijo...

Uf!!! Qué preciosidad¡¡¡. Después de tu silencio no había mejor forma de recomenzar...con título nuevo y con semejante declaración de Amor...
Enhorabuena por tener el corazón tan pleno.

Anónimo dijo...

Gracias por ser como eres, por ser mi incondicional amigo, mi amante, por ser una proyección de mi, por la cual puedo acceder a partes de mi que desconozco. Un maestro mio dice, que lo que nosotros decimos sentir como amor, no es ni mas ni menos que egoismo y es cierto, pero dentro de lo que pueda acercarme a este, TE AMO.

Anónimo dijo...

Eres la sensibilidad hecha carne. Enhorabuena a los dos